Cultura de Trabajo

Todo es cuestión de ser flexibles

La flexibilidad laboral es un camino de dos direcciones que parte de la confianza y la responsabilidad.


Recientemente, retomamos en Wealize los encuentros presenciales que celebrábamos antes de la pandemia por COVID-19. En nuestra empresa todos trabajamos en remoto y nos reunimos en persona cada cierto tiempo. Esto nos permite intercambiar puntos de vista cara a cara ¡e incluso conocernos más allá de la pantalla del ordenador! 

Es cierto que nuestra organización no tuvo que adaptarse por el coronavirus a operar en remoto (Wealize nació teletrabajando), pero sí echábamos de menos esas jornadas físicas, que para nosotros han supuesto un indicio más de la recuperación de la normalidad. 

En una de las dinámicas de grupo post pandemia, realizamos una sesión de brainstorming sobre los valores y atributos que definen a Wealize. Ese día no empleamos la plataforma de Miro como tablero colaborativo. Con nuestro taco de ‘Post-it’ y bolígrafo en mano, fuimos aportando nuestra visión y llenando una pizarra blanca de notas de colores con palabras. 

Uno de los términos más repetidos fue el de flexibilidad. Y dijimos: “vamos a desgranar qué implica la flexibilidad”. Este ejercicio resultó muy curioso. Sin darnos cuenta, pasamos de referirnos a cómo es la empresa, a la que habíamos caracterizado como flexible, a describir cómo son las personas flexibles. Es impresionante la cantidad de rasgos positivos vinculados a ellas.

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La flexibilidad se asocia a habilidades y cualidades muy deseadas...¿Quién no querría gritar a los cuatro vientos ‘soy flexible’?

Hablamos de que la persona flexible tiene grandes capacidades para adaptarse, cambiar, transformarse, innovar, resistir e interactuar con otros. Está abierta al mundo. Es curiosa. Le gusta explorar y aprender. Abraza feliz diferentes puntos de vista. Usa el diálogo y evita el enjuiciamiento. Cede sin olvidar sus convicciones. Es dinámica, ágil, reacciona con rapidez ante los imprevistos. Tolera la frustración. Su personalidad resiliente le sirve para afrontar las adversidades e incluso reforzarse con ellas. La persona flexible genera simpatía. Cae bien. El modo de ser flexible se asocia a la afabilidad, la transigencia, la colaboración…

En fin, con todo este compendio de virtudes, ¿quién no va a querer ser flexible y gritar a los cuatro vientos que lo es? 

Lo cierto es que la flexibilidad es una capacidad del ser humano. Digamos que nuestra naturaleza nos permite ser flexibles, ‘elásticos’, tanto física como cognitivamente. Pero no todas las personas desarrollamos la flexibilidad en el mismo grado. Así que no nos queda otra que ejercitar músculos y mente para adaptarnos al entorno y evolucionar, para seguir vivos. Y para ello necesitamos también un marco adecuado en el que potenciar la flexibilidad. 

¿Qué significa empresa flexible?

¿Cómo se traslada esa capacidad del ser humano a la empresa? Nos preguntamos. Vemos que hay mucha bibliografía de expertos en Recursos Humanos que coinciden en que la flexibilidad empresarial es la capacidad de una organización para adaptarse a los cambios que afectan a su contexto interno y externo. Muchos insisten en que esa capacidad es vital para la supervivencia de la empresa. También hay un amplio consenso al identificar los tipos de flexibilidad: estratégica, organizativa, productiva y laboral. Todas interrelacionadas. 

¿Es wealize realmente flexible? ¿Tenemos esas capacidades? ¿Podemos gritarlo a los cuatro vientos? Creemos que sí. La idea de flexibilidad está presente desde la fundación de la empresa, que ha creado un marco de trabajo que nos permite a todos ejercitarla a diario, internamente y con nuestra clientela. Explicamos por qué conforme a las claves que nos dan esos expertos. 

Wealize, como un junco desde su origen

En el plano estratégico, por ejemplo, buscamos proactivamente oportunidades de mercado para implementar innovaciones tecnológicas, y lo hacemos además con una visión global. En nuestra estrategia, está descubrir esas oportunidades tanto en un mercado local como internacional. Por eso tenemos clientela en Andalucía o en Hawai. Adaptamos nuestros productos y competencias en tecnologías como blockchain e inteligencia artificial a las demandas del mercado. 

A nivel organizativo, evitamos la rigidez en la estructura. Nuestras funciones no están plenamente centralizadas para adaptarnos a cada situación. No es que no haya orden, que sí lo hay, y mucho, sino que intercambiamos tareas de acuerdo a las necesidades, aunque no correspondan a nuestra función habitual. Hemos establecido además canales de comunicación diversos, versátiles y rápidos para interactuar interna y externamente. Y siempre estamos abiertos a adaptar nuestros procesos para coordinarnos y proporcionar al cliente el servicio que demanda. El equipo lo conforman no solo empleados en plantilla, sino también freelancers, proveedores y partners cuando el proyecto lo requiere. 

Y esto nos lleva a la flexibilidad productiva, que tiene como meta evitar incurrir en costes elevados. En Wealize, empleamos la metodología de trabajo Agile. Con el foco puesto en  crear productos innovadores y de calidad, nos servimos del modelo Agile porque impulsa la rapidez y la flexibilidad asignando los recursos de forma dinámica. Dividimos cada proyecto en pequeñas partes que realizamos y entregamos en sprints (periodos de dos semanas normalmente). La comunicación y la colaboración con la clientela es continua, desde el sprint 0, por ello podemos ir readaptando el proyecto a sus necesidades y entregarle el producto digital que realmente necesita. 

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El modelo de teletrabajo, la consecuencia de ser flexibles

Finalmente, nos detenemos en la flexibilidad laboral. Hay muchas empresas que han tenido que introducir políticas de flexibilización laboral. No es nuestro caso. En este plano, como en los otros, nacimos pensando en ser flexibles. Por ello, el teletrabajo es una consecuencia de este enfoque. Durante la pandemia por COVID-19, nos benefició estar habituados a teletrabajar y contar con las herramientas y procesos adecuados para ello. Otras empresas tuvieron que transformarse aceleradamente. Nosotros no. Habíamos creado desde el principio un entorno de trabajo en remoto y sin rigideces horarias. Todos trabajamos desde diferentes localizaciones y para un mercado global. 

Para nosotros la flexibilidad laboral no es un plan que tengamos que implementar, sino que responde a una mentalidad y una actitud, a una manera de ser. Entendemos que la flexibilidad horaria unida al teletrabajo genera diversas expectativas en función de cada persona: entrenar a diario a la hora que más te guste, poder trabajar con ropa cómoda, cocinar a medio día y evitar los almuerzos fuera de casa, llevar a los hijos al colegio y hacer las tareas con ellos, atender a tus mayores...

Nos parece normal que en tu Google Calendar rece: "Ir con los niños al baloncesto" o "Acompañar a mis padres al médico". Lo entendemos y lo respetamos, porque somos flexibles.

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La flexibilidad laboral es un camino de dos direcciones

Ciertamente en Wealize hemos creado un modelo laboral flexible que nos facilita compaginar trabajo y vida. Esto no es solo un aliciente para el personal, sino que además contribuye a mejorar a nivel estratégico, organizativo y productivo. Eleva la calidad y la satisfacción en todos los ámbitos, internos y externos. La flexibilidad laboral no significa trabajar menos. Somos muy conscientes de que esa mentalidad flexible parte de la confianza en la responsabilidad individual, la de cada uno de los trabajadores. Esa confianza se da desde el minuto cero, al igual que se adquiere la responsabilidad. 

Confianza y responsabilidad. Para nosotros estas son las claves de la flexibilidad, que debe entenderse como un camino en dos direcciones. Volviendo al ejemplo anterior, si mañana para ti es imposible disponer de tiempo para cocinar a medio día y tienes que comer en la calle para cumplir con tus responsabilidades, confiamos en tu capacidad de adaptarte a esa situación con agrado. El mismo agrado con el que la empresa celebra que dispongas de tiempo para seguir una dieta saludable en tus comidas a diario (con las excepciones lógicas). La vida es así. Constantemente nos adaptamos a las circunstancias.

¡Todo es cuestión de ser flexibles!

 

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