En Wealize estamos convencidos de que la evolución del Internet actual, tal y como lo conocemos hoy (Web 2.0), nos llevará a la Web3, una internet descentralizada gracias a la tecnología blockchain. Ahora mismo estamos aún en la fase de despegue de este nuevo concepto. Ya está en marcha, y todo apunta a una implantación cada vez más rápida y más extensa de la Web3 o Web 3.0.
Recordemos que la Web 1.0 era aquella previa a la fiebre de las .com, muchos la sitúan entre 1991 y 2004. Los usuarios solo consumían contenido, digamos que era una web estática de 'solo lectura'. Si bien es cierto que la interacción era nula, sus protocolos eran abiertos, descentralizados y gobernados por la comunidad. Eso otorgaba confianza y lanzaba un mensaje de respeto por la privacidad de los datos.
La Web 2.0, un sistema participativo pero a la vez centralizado y dependiente de grandes empresas
Con la Web 2.0 llega la interacción, surge una nueva generación de sitios que permiten a las personas colaborar, compartir información y generar contenidos. Es la Internet de las redes sociales. Por ello muchos la han denominado la Web Social. En teoría, es una web ilusionante para el usuario porque es participativa. Sin embargo, es en esta etapa también cuando arraigan grandes empresas que crean servicios de silo, centralizados y dependientes. Y ahí surge la gran contradicción.
Aunque la Web 2.0 es una internet participativa, el gobierno de la misma está más centralizado que nunca. Por ello, los usuarios son creadores pero no monetizadores. Son las tecnológicas y esas grandes empresas que instauran servicios de silo las que monetizan esas creaciones.
En este contexto en el que las personas tenemos casi infinitas posibilidades de interacción, de generar y compartir contenidos, pero escasas posibilidades de controlar y monetizar nuestros datos, de gestionar y administrar nuestra identidad digital y otros activos, surge la Web3, prometiendo una Internet más inteligente, más abierta y centrada en el usuario.
La Web3 promueve la participación de los usuarios y a la vez les ‘devuelve’ el control sobre su identidad y activos digitales
Nos hallamos ante la que podría ser la mejor versión hasta ahora de la World Wide Web: una Internet descentralizada que sea accesible para todos y en la que, a la vez, se respete la privacidad y autonomía de todos. Una nueva internet donde se fusionan la descentralización de la Web 1.0, la visión participativa de la Web 2.0 y las tecnologías avanzadas en Inteligencia Artificial y Big Data para mejorar la experiencia de los usuarios.
La Web3 plantea que el usuario vuelva a estar en el centro como creador y dueño de sus activos digitales y que sea el usuario quien los monetice. Decimos que la Web3 está en la fase de despegue porque no todo el público en general, es decir, no todos los potenciales usuarios, la conocen como tal, o aún no han descubierto la importancia de que los datos sean alojados y controlados colectivamente mediante un sistema descentralizado.
La clave de la transición hacia la Web3 es la descentralización. Son muchas las voces que se alzan promoviendo un modelo descentralizado en el que el usuario tenga el control de sus datos digitales. Pensemos que cada vez que interactuamos en internet, se transmiten copias de nuestros datos al servidor de un proveedor de servicio. Es decir, perdemos el control sobre nuestros datos. Esto es lo que se resuelve con la descentralización.
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Blockchain, la tecnología tractora de la descentralización que ya está haciendo realidad la Web3
La Web3 también se conoce como Web Semántica, ya que al facilitar la interpretación de los metadatos de los usuarios, puede ofrecer una interfaz más personalizada gracias al Big Data y la Inteligencia Artificial. Sin embargo, la tecnología que permite ir mucho más allá es Blockchain.
La introducción de Blockchain está impulsando la descentralización de internet, dando paso así a la Web3. Esta cadena de bloques es básicamente una red descentralizada construida sobre conexiones de igual a igual. Este concepto, el de conexiones 'peer-to-peer', supone, entre otros beneficios, que sean los propios usuarios quienes realicen transacciones sin intermediarios, así como que conserven sus datos y faciliten los mínimos posibles.
Por tanto, la Web3 promete devolver la soberanía digital al usuario gracias al poder descentralizador de Blockchain, la tecnología que surgió con la criptomoneda Bitcoin. Si bien las posibilidades de la comunicación entre pares son emocionantes, la cadena de bloques es hasta ahora más conocida por impulsar las criptomonedas, las Aplicaciones Descentralizadas (dApps) y los NFT.
Aunque muchos recelan de estas tecnologías, son herramientas clave de la Web3 porque abren posibilidades de uso e interacción para los usuarios como monetizadores de sus activos y datos. En esto contexto el concepto de identidad digital autogestionada vinculado al wallet digital es clave.
Si quieres profundizar en la noción de identidad digital soberana o autogestionada, te animamos a leer nuestros artículos La Identidad Digital Autogestionada, qué es y por qué la necesitamos y Qué es un wallet de identidad digital autogesionada.
Principales ventajas de la Web3 para sus usuarios
- Privacidad.
- Control. El usuario es propietario y gestor de sus datos. Por tanto, autoriza qué credenciales y activos digitales comparte y con quién.
- Monetización. El usuario es quien monetiza sus datos o activos.
- Sin moderadores ni censores de usuarios y contenidos.
- Mejor clasificación de contenidos y búsquedas más inteligentes gracias a las nuevas tecnologías, como Big Data e IA.
- Conexión con más dispositivos. Facilita una conexión segura a través no sólo de ordenadores y laptops, sino también de otros dispositivos como tablets, teléfonos móviles, relojes inteligentes...
En Wealize, somos expertos en crear productos digitales empleando, entre otras, la tecnología blockchain para una administración de la identidad digital con autonomía, seguridad y privacidad.
Ejemplo de ello es nuestra participación en proyectos de identidad digital autogestionada y blockchain en el sector salud; en Inside ID, una iniciativa basada en blockchain que otorga identidad digital a personas que han sido víctimas de trata, o en POLDER, una solución de intercambio, reutilización y monetización de datos para ciudades inteligentes.
Si tu empresa o entidad está considerando ir un paso más allá y adoptar sistemas descentralizados de gestión de datos, en Wealize tenemos la experiencia y estamos deseando ayudarte.